Me presento, jóvenes del siglo XXI:
Soy Musa Ibn Nusair- Muza, y me acompaña Ibn Marwan, un muladí de Mérida( ya sabéis, los cristianos que se convirtieron al Islam) y llegué a Mérida en el año 713. La conquisté y la convertí en la capital de una de las corá más importante del Califato Omeya de Córdoba.
“Se dirigió Muza a la ciudad de Mérida, donde residían algunos grandes señores de España, y que tenía monumentos, un puente, castillo e iglesias que exceden a todo elogio. Cercó la ciudad, la guarnición salió contra él y se trabó un fuerte combate a una milla de distancia de las murallas....Por espacio de algunos meses continuó el cerco...Al fin fue conquistada la ciudad en Ramadán del año 94, el día de la fiesta del Fitr...Acordaron la paz a condición de que los que bienes de los que habían muerto el día de la emboscada y los de aquellos que habían huido a Galicia fuesen para los musulmanes, los bienes y las alhajas de la Iglesia para Muza”
Ajbar Maymua, Crónica anómina, siglo XI.
Ya los habéis escuchado: Mérida capituló después de un sitio largo, duro y valeroso por parte de su población mediante un pacto: la ciudad conservaba sus leyes, su organización política y su religión; a cambio, nosotros nos quedábamos con las propiedades de los huidos, los muertos en combate, y la ciudad debía pagar impuestos, según nuestra ley musulmana, a los no musulmanes. Y nuestra ciudad pasó a llamarse Marida.
Nunca sabréis si es verdad que yo dije las siguientes palabras para referirme a la ciudad antes de llegar a ella, pero a veces el misterio es mejor:” Parece que todos los hombres han reunido su arte y su poderío para engrandecer esta ciudad, venturoso el que logre rendirla”.
Tal era la fama de esta villa que el poeta Al-Razi escribió, “....es nombrada por todas las tierras por fuerte y os digo que no hay hombre en el mundo que cumplidamente pudiese cantar las maravillas de Mérida”.
Ya veis, ciudad de pasado glorioso, y presente magnífico....pero los hombres siempre andamos de unas tierras a otras, conquistamos, asimilamos y vamos dejando posos de nuestra cultura allá donde vamos.
La Alcazaba, donde estamos, se erige en el año 835, bajo el mandato del emir cordobés Abderraman, sobre un barrio romano del que quedan vestigios bajo ese edificio moderno.
Temía este emir las revueltas del pueblo. El arquitecto de tan majestuosa obra fue Abd Alah.
Veis que está construida al final del puente, lugar privilegiado para controlar la entrada a la ciudad. Era un recinto defensivo, militar, de administración local y, en épocas convulsas, que las hubo, sirvió de refugio a la población.
A veces la historia se repite. Os he dicho que aquí estaba también las administración local de Marida.¿ Veis aquel edificio?. Es la sede de la administración autonómica, piruetas del destino.
Cuando se construyó la Alcazaba era un recinto cuadrangular de 130 metros de lado y un total de 550 metros de perímetro. 25 torres existieron a lo largo del cinturón fortificado; asombra,¿eh?.
Sus muros tenían unos 10 metros de altura y hasta 3 de grosor, y había un amplísimo foso que circundaba su perímetro por tres lados, todos menos el encarado al río, porque el propio río actuaba como defensa.
Como ahora, accedíamos al recinto desde el puente, tras el cual, atravesando un arco de herradura flanqueado por dos torres, se ingresaba en el primer recinto, conocido como el Alcazarejo.
¿Veis esa lápida? Es una réplica de la original, fechada en abril del 835 y reza así:
“En el nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso. La bendición de Dios y su protección para los que obedecen a Dios. Ordenó construir esta fortaleza y servirse de ella como refugio de los obedientes el Emir Abd-al-Rahman, hijo de Al-Hakam- glorifique a Dios- por medio de su camil Abd Allah, hijo de Kulaib, hijo de Talaba y de Gaifar, hijo de Mukassis, su sirviente, en la luna del postrero Rabi del año doscientos veinte”.
Y llegamos al Aljibe que no es otra cosa que una cisterna subterránea de agua filtrada; pero el nuestro es de una gran belleza.
¿Sabéis que ,cuando se construyó ,hicieron que mirara a la Meca, para no perder nunca nuestra guía
espiritual?
El aljibe, como veis, tiene una estructura arquitectónica externa de volumen cúbico. Las pilastras son visigodas- todas las épocas de nuestra querida ciudad utiliza materiales de las eras anteriores-, pilastras labradas con tallos ondulantes formando óvalos que encierran grandes hojas y racimos de uvas.
Y ahora bajemos. Dos escaleras separadas: una para el descenso y otra para subir, por un muro en cuyo extremo interior se colocó una pilastra visigoda y un capitel corintio de la Mérida romana.
Había una mezquita( nunca puede faltar allá donde lleguemos) pero tras la Reconquista cristiana, pasó a ser un templo, bajo la advocación de Santa María del Castillo.
Y ahora me toca a mí, Ibn Marwan , despediros y contaros algo sobre mi vida. Yo dirigí esta ciudad, que nunca dejó de levantarse contra el califato de Córdoba. Corría el año 868 cuando conduje el que sería mi último levantamiento contra el poder y fui arrestado y conducido a Córdoba, donde residí algún tiempo hasta que conseguí convencer al emir de que me diera una tierra para poder asentarme y servirle lealmente , expandiendo nuestra cultura y nuestra religión, y me lo concedió. Volví a la tierra en la que nací y a la que amé toda mi vida. Paré en un lugar próximo a Marida y allí fundé una nueva ciudad árabe, la que hoy recibe el nombre de Badajoz. Reiné y morí cerca de la gran villa que me vio nacer y con el honor de haber fundado una nueva.
Os preguntaréis qué pasó con Marida. Entre el 1228 y 1230 , los cristianos conquistan Mérida a los árabes. En 1229, Alfonso IX dona la ciudad a la Orden de Santiago mediante un privilegio real.
Y comienzan a restaurar: primero el puente, que se sigue considerando elemento natural de defensa de la villa: “ E otrosi fincaron ciente cinquenta maravedis que distes a Macia Perez el que face el puente de Merida”, decía en carta de pago el Maestre Pelay Pérez Correa.Y luego se fueron añadiendo las partes que hoy conocemos como el Conventual, sede de la Presidencia de la Junta de Extremadura.