Bienvenidos, estimados visitantes.
Permitid que me presente. Soy Rafael Moneo, el arquitecto de este museo inaugurado el 19-09-1986, que, a continuación, le enseñarán los descendientes de aquellos que acogen en mármol las paredes
de este querido edificio.
Cuando me encargaron el edificio, el entonces director general de Bellas Artes, un cacereño,
Dionisio Hernández Gil, allá por 1980, dijo:” pensé que el edificio naciese, en lugar de saltando sobre
las ruinas, mezclándose con ellas”.
Les contaré algo de mi vida: en mis inicios trabajé con Sáenz de Oiza y Jorn Utzon. “Aprendí lo
que podía ser un arquitecto y, sin ninguna duda, el modo en que él entendía la profesión afectó
profundamente a mi futuro. Lo tenía claro: quería ser arquitecto a la manera en que lo era Oiza;
poniendo en el ejercicio de la profesión toda la tremenda exigencia y el desbordado entusiasmo que él le
dedicaba”.
Yo sabía que el Museo debía rememorar y evocar el pasado romano de la ciudad: “Quizá la más
destacada constante de mi trabajo sea la importancia que tiene el pensar que los edificios no son
episodios aislados y que siempre viven en un marco más amplio que hay que tener en cuenta”
Ese 19 de octubre, la gente que desconocía la obra, quedó sorprendida con la majestad de los arcos y la
dimensión de la nave central porque les llevaba a lo que pudo haber sido la época romana. “A mí me
gusta pensar que lo que estoy construyendo tiene relación con un mundo de lo construido que va más
allá de lo contextual. No se trata de completar una determinada visión del lugar donde se incluye un
edificio, sino más bien de aceptar que casi nunca los edificios están solos y que están viviendo en un
mundo de lo construido mucho más amplio, en el que cualquier intervención altera las condiciones de
todos los otros edificios. En este aspecto, es muy difícil en mis últimas obras verlas solas, hay que
contemplarlas formando parte de esos conjuntos”.
Permítanme una confesión personal: Este edificio es muy importante para mí, todos lo son,
pero....al mismo tiempo que lo construía me nombraron CHAIRMAN de la Escuela de Arquitectura de
Harvard. También murió mi padre y esta obra está dedicada a él. Siempre que puedo vuelvo, porque
espero que esta obra contribuyera a cambiar Mérida.
No me tengan por presumido, pero escuchen lo que dice de mÍ Zabalbeascoa: “Las bazas de
Moneo han sido la cultura, la capacidad analítica y la disciplinada responsabilidad de ceñirse a lo que se
le pide. La experiencia de saber escuchar al lugar, tanto como la de saber solucionar los problemas, le
han servido para convertirse en uno de los proyectistas más fiables del mundo [...]Aplaudido por su
rigor constructivo y por su capacidad para realizar edificios sólidos y entroncados con los lugares”.
Bonitas palabras, pero un Museo vacío no lo es. Gracias por estar aquí, gracias por escuchar y
gracias por adelantado por MIRAR.
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LIBERTA: Soy Aequilia Maura, una esclava liberta, y procedo de la provincia de la Mauritania.
Regento una taberna situada en un local propiedad de la familia de Marcus Publicius Félix y es
precisamente a esa familia a la que quiero que conozcan y acompañen en sus quehaceres diarios.
Aquí tienen ustedes la estela funeraria donde aparece el pater familia, Marcus Publicius, con
su esposa, Asellia Hygia.
Tienen una hija, Asellia Claudia, de catorce años, la edad de casarse una mujer, y es lo que
hará el próximo Ivnius. También tienen un hijo que va a cumplir doce años y, por tanto, va a
comenzar a estudiar con el grammáticus.
Marcus es un hombre muy rico, con importantes negocios inmobiliarios, de exportación e
importación, así como diversos talleres artesanos.
Precisamente hoy tiene un invitado en la casa; es Tiberio Salonio Flavio, su socio en el
negocio del comercio exterior, que ha llegado de Roma para conocer la ciudad de Augusta Emérita,
capital de la Lusitania.
Vamos a conocerlos; están en el tablinium/despacho.
DOMUS
PATER: ¿Has descansado de tu viaje?
SOCIO: Si, querido amigo. Mi cubículum es muy acogedor, así como la cama. Las plumas que
usáis aquí hacen que los colchones estén muy mullidos. Pero había un ruido como de agua
cayendo...
PATER: Sí. Están arreglando el compluvium y el ruido, de noche, es francamente molesto. Lo
siento mucho.
SOCIO: Entonces ¿tendréis el atrio en mal estado?
PATER: Mejor no pensar en ello. Todo el trabajo que tengo, mis negocios, me impiden pensar en
exceso en las obras de la domus. Dejo a mi esposa esos menesteres. Pero yo observo en la distancia.
SOCIO: Me gusta esta habitación. La tienes decorada con mucho gusto.
PATER: ¿Sabes que la caza no es sólo una pasión de emperadores y otros nobles, sino una
obligación, el procedimiento óptimo para ejercitar la virtus? Los caballos son la prolongación de
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parte del varón romano, son más que un transporte. Y eso que ves abajo son los dibujos que mis
hijos hacen cuando no les vemos y se alejan de la estricta mirada de su madre.
SOCIO: Me gustaría saber qué haremos hoy.
PATER: En primer lugar, nos acercaremos al foro municipal, no está lejos de aquí.- (Echan a
andar)- Quiero mostrarte cómo seguimos con fidelidad y lealtad las leyes de Roma. Además, debo
cerrar algunos negocios que he apalabrado con algunos clientes
SOCIO: ¿Seguís aquí también el rito de la salutatio?
PATER: Sí. Al amanecer recibo a mis clientes, ya sabes, personas que vienen a presentarme su
respeto, pedir favores, ayudas, consejos o simplemente a recibir una recompensa monetaria o
alimenticia (sportula). Los negocios que tengo que cerrar me los han planteado hoy.
Pero, principalmente quiero enseñarte la belleza que encierra ese espacio público: sus
templos, dedicados a nuestro emperador y a los dioses, su pórtico, sus tabernas, donde cerraré los
negocios, Más tarde iremos al anfiteatro, porque hoy tienen lugar los ludi de la ciudad. Estoy seguro
que serán de tu agrado.
SOCIO: Vayamos, entonces.
PATER: Ya se escucha el rumor que llega del foro. Querido amigo, la vida de Emérita se encuentra
aquí: la res pública, los negocios, las termas, los amigos...la vida de mi querida ciudad.
SOCIO: Ya escucho y se intuye la grandeza de la ciudad y de vuestros vecinos.
PATER: Ya sabes que nuestros edificios necesitan tiempo para su construcción. El foro municipal
se construyó en el año 50 d.C., siendo emperador Claudio. .
Aquí está Marco Agripa, gran benefactor de nuestra colonia. Ya sabes que Marco Agripa y el
emperador Augusto nacieron el mismo año y su destino estará unido al del emperador.
SOCIO: ¿Sabes que Marco Agripa, junto con Mecenas, acompañó a Augusto a la Academia
Apolonia para formarse en todos los saberes de la época? Tenemos noticias de la gran pasión que
demostraron por la astronomía. Suetonio en su obra “Vida de Augusto” dice:
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“Durante su permanencia en Apolonia, subió Augusto con Agripa al observatorio del astrólogo
Teógenes....”
PATER: Pues otra de las pasiones de Agripa es la arquitectura. Nos legó el teatro, a cuya
financiación contribuyó generosamente.
Ah! Mira, aquí tienes a Eneas, ese mítico héroe troyano, hijo de Venus, que huyó de Troya con su
padre Anquises a los hombros y su hijo Ascanio de la mano. Ya sabes que Virgilio le hace partícipe
de los Julios, esa estirpe a la que pertenece nuestro amado emperador Augusto.
SOCIO: Sí, su valentía es ejemplo de nuestro pueblo.
PATER: Aquí tienes los clípeos que engrandecen a Roma y a nuestra ciudad, Júpiter, Ammón y
Medusa. Como sabrás a veces nos gusta pensar que preservan de los peligros contra las personas.
Tú conocerás los del foro de Augusto, de los que se derivan los nuestros.
SOCIO: Son bellísimos. Dime quién es este Gaius Aulus.
PATER: Eres un buen observador. Es el escultor de estos tres próceres de la ciudad y hombre
afamado dentro del arte de la escultura. Tiene un taller en Augusta Emérita.
LIBERTA: - en las escaleras- Señores y señoras, si son tan amables, acompáñenme. Ya han
conocido ustedes al padre y a su socio venido de Roma; como es costumbre, la familia lo agasajará
con una suculenta comida. La comida más importante en nuestra ciudad es la cena; se servirá en la
undécima hora, sobre las 16:00. Ahora conocerán a la madre de la familia y a su hija, a las que
acompaña una esclava. Las verán afanadas en la cocina, dirigiendo, hablando y preparando ese
banquete al que acudirán los notables de Augusta Emérita.
MADRE: Necesito una orza para cocer.
ESCLAVA: Ya voy, señora. ¿Grande o pequeña?
MADRE: Hija querida. Debes estar atenta en la preparación de la cena para nuestros invitados. Ay
querida; muy pronto serás tú la que las organices en tu casa. Acércate donde está la esclava y trae
los dos incensarios de la vitrina para perfumar la casa.
(Hija va a la sala donde está la esclava).
HIJA: ¿Dónde están los incensarios?
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ESCLAVA: Allí, y dale a tu madre las orzas. Niña, ya sabes que en esta zona está la vajilla de
diario: lar orzas, los cuencos que sirven tanto cocinar como para comer, los platos y las jarras para
beber. Pero hoy deberemos usar la vajilla sigillata en honor al invitado.
HIJA: ¡Todo lo que debo aprender!
(Esclava pasa la mano por el hombro de la niña y se dirige adonde está la madre).
ESCLAVA: Señora, le decía a su hija que hoy utilizaremos la vasija sigillata, la que trajeron de los
talleres de Arezzo.
MADRE: Por supuesto, en honor del socio de mi esposo. Y también el cuenco decorado de los
talleres del sur de Galia, el que tiene la marca FELICISMAN. Es una pieza única.
ESCLAVA: Sí señora. Es realmente bello.
HIJA: ¿Cómo nos sentaremos?
MADRE: Siempre quieres saber el final, ¡con todo lo que tenemos que hacer!
ESCLAVA: Ama, la niña debe saber, “in gremio matris educari”
MADRE: Llevas razón. Mi preguntona hija, sabes que el convivium es más que una comida;
agasajamos a nuestros amigos y, especialmente hoy, al socio de tu amado padre. En el triclinium
hay tres divanes, el summus, el medius y el imus. Según la tradición el socio de tu padre, por ser el
invitado principal, se sentará en el medius, y tu padre, en el imus. Espero que hayas quedado
satisfecha y podamos preparar la comida.
ESCLAVA: Ya que la niña ha satisfecho su curiosidad, debemos decidir el menú: para la gustatio
¿servimos monetum de columela o patina versatilis?
HIJA: Y el mulsum...Me gusta ese vino endulzado con miel.
ESCLAVA: De prima mensa ¿qué hacemos?
MADRE: Creo que cazuela de pavo con salsa de avestruz y bocado de codorniz a la mistaza.
ESCLAVA: ¡Cuánto trabajo...!
HIJA: Me gusta el bocado de codorniz.
MADRE: De secunda mensa, ¿sandía condimentada con miel y pimienta o dátiles rellenos de
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manzana y frutos secos?
HIJA: Qué difícil; me gustan los dos.
MADRE: No olvides que tienes que hacer el liquamen y el defrutum.
HIJA: ¿Qué son, madre?
MADRE: Son dos salsas. El liquamen se hace con pescado, sal y hierbas; el defrutum son frutas
hervidas.
BELLEZA y JUEGOS
ESCLAVA: Ama, yo ya tengo claras todas tus instrucciones para el convivum y ahora me voy a la
cocina a preparar los manjares, que no puedo perder nada de tiempo.
MATRONA: Confío en ti. Yo me voy a dedicar a mi arreglo personal. Tengo que estar radiante esta
(Van caminando hacia la sala de juegos y hueso)
HIJA: Claro, madre, lo más granado de la colonia estará aquí. La futura carrera política de padre
depende mucho de este banquete, por no hablar de la prosperidad de sus negocios.
MADRE: ¡Ufff.....! He de acertar con el peinado, las joyas…
HIJA: No pierdas la calma, madre. Mira, por ahí viene Livia, la esclava ornatrix. Siempre sabe las
últimas tendencias de moda en Roma y te ayudará.
MADRE: Sí, pero antes quiero ver a tu hermano. (Se encuentran con el niño jugando en el suelo)
¡Ah!, ¡Mira! Ahí está. ¿Qué estás haciendo, hijo?
HIJO: Estoy jugando a las tabas.
MADRE: Ya veo que hoy no has jugado a los dados, puesto que están en su sitio.
HIJO: Es que he estado en la calle con mis amigos.
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MADRE: ¿No habréis sido muy brutos?
HIJO: No, madre. Hemos estado jugando al escondite. Después hemos hecho el desfile del
emperador, seguido de una lucha de gladiadores en su honor.
MADRE: ¿Quién ganó?
HIJO: Pues yo. Sabes que no hay quien me gane con la espada/gladius
MADRE: Y ¿ya se han ido tus amigos a sus casas?
HIJO: No, se han quedado jugando al turbo/ la peonza y haciendo carreras de orbis/aro; pero yo
tengo que ir a encontrarme con padre en el almacén/ puerta del anfiteatro
MADRE: Pues date prisa y recógelo todo antes de irte, que lo dejas todo por el medio siempre.
(La madre se va yendo hacia los vidrios)
LIVIA: Ama, es hora de empezar a prepararte.
MADRE: Sí. Podemos comenzar con un buen masaje con el aceite perfumado que está en esa
anforita. Hija, mírala bien, es una pieza única de cristal de roca pulida.
LIVIA: Muy buena idea. En cuanto al maquillaje, le pondré el que contiene este ungüentario de
vidrio de Siria. Está hecho con aceite, yeso, tiza y harina de habas.
HIJA: Le quedará lo suficientemente blanco. ¿No?
MADRE: Y me tiene que durar toda la noche. Ya sabes que el banquete se terminará muy tarde y
no quiero tener el cutis ajado.
LIVIA: No se preocupe, ama, le aseguro que estará perfecta toda la noche.
HIJA: ¿Cómo vas a maquillarle los ojos?
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LIVIA: Los perfilaré con khöl y los sombrearé con la mezcla de hollín, ceniza y piedras preciosas
que está ese platillo.
MADRE: Mi túnica es azul/roja, ¿cuál será el color de la sombra?
LIVIA: Un color tornasolado, azul-negro.
HIJA: Vas a estar guapísima. ¿Y los labios?
LIVIA: No corras, niña/Asellya. Tenemos que engrosar las cejas y unirlas sobre la nariz; para eso
utilizaremos esta mezcla de hormigas machacadas y moscas secas.
MADRE: ¡Estupendo! Quiero que los labios y las mejillas estén muy marcados.
LIVIA: Para eso utilizaré minio, posos de vino tinto y tierra ocre.
HIJA: Vamos a ver los vestidos y las joyas que vas a lucir, madre.
(Van caminando a la sala II)
MADRE: Si, vamos a ver si está todo preparado.
LIVIA: Ama, el peinado será con trenzas y bucles y lo adornaremos con hilos de oro.
HIJA: ¡Ah! La stola es preciosa. El tejido es muy rico. Va a quedar bien patente la riqueza de
LIVIA: Ama, con estos lujosos tejidos debe utilizar la fíbula de plata para sujetar la palla.
MADRE: Sí. Y los pendientes tienen que ser estos de oro con granates y perlas.
HIJA: Son preciosos, y también los anillos y pulseras. Tienes unas joyas magníficas.
(Llega el niño corriendo con el aro)
MADRE: ¿Todavía no te has ido a encontrarte con tu padre? Deja inmediatamente el aro y vete
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(Se va hacia la escalera)
HIJO: Ya voy, ya voy, pero tengo tiempo suficiente. Por favor, vengan conmigo. Ahora seguro que
tengo que esperar en el almacén hasta que carguen los cereales, el vino y el aceite. Quizás mi padre
aún no esté allí. Bueno, me entretendré viendo cómo uncen los bueyes a las carretas y cómo van
acomodando las vasijas en ellas. La actividad será frenética ya lo verán. (Podemos quitar algunas
frases según el tiempo que necesitemos para subir)
ACTIVIDADES COMERCIALES
PADRE: Ah, hijo, ya estás aquí. Espera un poco, ya estamos terminando. (Dirigiéndose al socio)
Como te decía, estas ánforas están hechas aquí, en Augusta Emérita. Ya hay aquí talleres artesanales
para abastecer las necesidades de la zona; antes había que traerlas de otras partes del Imperio. Mira,
entre las dos asas se escribe la cantidad que contiene la vasija.
SOCIO: La mayoría de las ánforas que llegan a Roma proceden de Hispania y contienen aceite y
PADRE: Interesante.
SOCIO: Además, cuando llegan a Roma y se vacían, no se vuelven a utilizar y se tiran a una
enorme pila, que se está convirtiendo en una colina.
PADRE: ¿Por qué hacen eso?
SOCIO: No es rentable lavarlas.
PADRE: Pues deben dar muy mal olor, sin lavar y al sol.
SOCIO: No, las rocían con cal para evitarlo. No es un basurero, están creando un monte por
terrazas y con diques de contención. Le llaman monte Testaccio
PADRE: Testaccio, trozo de ánfora. Muy apropiado.
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SOCIO: Sí. ¿Están cargando ya los cereales?
PADRE: Sí, mira utilizan esas dolias.
SOCIO: ¿Cuándo se ponen en marcha las carretas cargadas con la mercancía?
PADRE: En cuanto terminen de cargar. El camino es largo, les esperan cuatro largas jornadas de
SOCIO: ¿Exactamente, hacia dónde se dirigen?
PADRE: Van a ir por la calzada que une Augusta Emérita con Itálica y de allí a Híspalis/Sevilla,
donde embarcarán en un gran navío que las llevará a Roma.
SOCIO: ¿No es navegable el río Anas?
PADRE: Sí que lo es, pero para un tipo de barcos mucho más pequeño y, por tanto, no apropiados
para largas travesías.
SOCIO: Estoy aprendiendo mucho de estas tierras.
PADRE: Vamos a dejar que sigan con su trabajo. Nosotros tenemos que irnos al anfiteatro. Como
en Roma, seguimos vuestras costumbres y disfrutamos en los ludi donde nos encontramos todos,
pero cada uno ocupa el lugar que le corresponde según la lex Roscia o la Iulia.
Vamos hijo, guía a este grupo de visitantes y ayúdales a llegar a la arena.
(Van bajando a la planta baja)
HIJO: De acuerdo, padre. Acompáñenme, por favor ¡Qué ganas tengo de asistir a los ludi! Padre,
¿sabes quién los paga? ¿Habrá venationes o solo lucha de gladiadores? ¿Vendrá algún personaje
famoso? ¿Traerán animales de África? ¿Crees que veremos mucha sangre? ¿Me vas a comprar algo
en los puestos de alrededor?
PADRE: Verdaderamente, estás muy nervioso. Deja de preguntar un momento y escucha, ya se oye
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la algarabía del gentío que llega.
SOCIO: Será gratificante tras la mañana de trabajo poder descansar viendo los diversos
espectáculos que tendrán lugar. Escuché en el foro que Marcianus corría hoy en el circo.
PADRE: Eso espero. Es el mejor y su caballo Iluminator llega sin resuello siempre a la meta.
HIJO: Yo lo vi correr y ganar en Itálica.
SOCIO: Espero que hoy haga lo mismo. ¿Qué ludi son los que se celebran hoy?
PADRE: Son los ludi cereales, en honor a Ceres.
SOCIO: ¿Hay algún espectáculo en el teatro?
PADRE: Sí. Hoy actuarán Cornelia Nothis y sus compañeros Sollemni y Halyi .Como bien sabes,
en los espectáculos teatrales hay mimos como Cornelia, actores con máscaras siguiendo la tradición
griega y danzantes.
SOCIO: ¿La escena del teatro la pagó Adriano?
PADRE: Sí, fue su regalo a nuestra colonia.
HIJO: Y el anfiteatro es un regalo de Marco Agripa. Esta lápida se descubrió cuando su
inauguración.
PADRE: Mira bien esas pinturas debajo de la tribuna; representan diversas formas de lucha. Ahí se
sentarán los gobernantes, y en la tribuna de enfrente lo hará el patrocinador de estos ludi. Nosotros
lo haremos aquí
Socio: Sabía que esta ciudad es bien querida en Roma y confirmo que no es por nada.
LIBERTA: Es el momento de dejar que la familia disfrute en los ludi y termine el día con el
convivium. Espero que se hayan hecho una idea de cómo es un día en la vida en Augusta Emérita.
Pueden seguir disfrutando de este Museo así como de la ciudad. Buena estancia en Mérida y
regresen pronto. Serán bienvenidos
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